miércoles, 23 de noviembre de 2011

“Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:15)

¿Has viajado distancias largas alguna vez? Yo sí. He viajado a Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Perú y por supuesto dentro de mi propio país. Una vez aquí en Chile, viaje desde la Isla de Chiloé en el sur, hasta Arica en el norte. No fue en avión ni en auto, sino en bus, era estudiante. Fueron más de 3000 kilómetros, una verdadera odisea.

Cada vez que me subo a un bus para viajar distancias largas, simplemente me recuesto, leo, y duermo confiadamente. Disfruto del trayecto y doy por hecho de que voy a llegar a mi destino a la hora señalada.

No cuestiono, ni voy donde el chofer para encararle que cuide su manejo, ni nada. Simplemente sé que si me subo a un bus u otro medio, voy a llegar a mi destino.

Este es solo un pequeño ejemplo de las confianzas que colocamos en diferentes personas a lo largo de nuestra vida. En el panadero que hace ese rico pan que comemos en la mañana. En el doctor que nos receta un remedio completamente desconocido para nosotros, pero que no dejamos de tomar en las horas señaladas, etc.

Pero ¿Cuántas veces cuestionamos al Dios de todo este universo, que te quiere y ama tanto?

Dios hoy nos llama a confiar plenamente en que Él “Nos oye en cualquier cosa que pidamos” (conforme a su voluntad) y “sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”.

Entonces, la confianza no está en la respuesta a  nuestras oraciones, sino EN EL MOMENTO CUANDO ORAMOS. Cuando expresamos nuestras peticiones a Dios, creyendo que de Él recibiremos la respuesta.

Si confiamos en un chofer de bus, que nos llevará a nuestro destino ¿Cuánto más debemos colocar toda nuestra confianza en Dios que “tiene cuidado de nosotros”?

La próxima vez que ores, que expreses una petición a Dios, es el momento de confiar. Siéntate tranquilamente, lee, disfruta el viaje porque Dios es el chofer, y con toda seguridad te llevará a tu destino.

martes, 22 de noviembre de 2011

"...somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor" (2 Corintios 3:18)

Estoy ahora en una campaña de evangelismo en una Carpa Auditorio. El evangelista está hablando de la estima propia, y tomo el ejemplo del arreglo floral que está adelante. "Quien hizo el arreglo floral, tiene un don, una habilidad especial", fueron sus palabras, sin embargo, agrego "Este arreglo floral es natural, no es artificial, son flores de verdad, no de utilería". 

Antes todo era original, las copias, las falsificaciones eran escasas. Hoy hacen las cosas tan igual al original 

que hay que aclarar que "unas flores perfectamente hermosas", no son copia.

¿Has comprado algo pensando que era original, pero era una falsificación? En Paraguay, en Ciudad del Este, venden unos perfumes que son exactamente como los verdaderos. La caja, el olor, todo. Pero cuando te lo colocas, la fragancia solo dura unos minutos, luego simplemente se va. ¡Es falso! Y lo peor, se atreven a copiar el perfume mas caro del mundo: El "
No.I Imperial Majesty", vendido por la pagina web de Clive Christian.


Una copia del original también ocurre en la fe.

Podemos llegar a ser tan perfectamente igual al original, que podemos pasar por cristianos verdaderos, ¡Pero no lo somos!

Solo el Espíritu del Señor puede hacer una obra maravillosa en tu vida y en la mía, para transformarte a su imagen y semejanza, para dejar de ser una copia y ser un hijo de Dios verdadero y autentico, un 
"No.I Imperial Majesty", no vendido en Ciudad del Este, sino en la pagina original de Clive Christian.

¿Quieres que Dios obre en tu corazón para ser "Un hijo del Altísimo perfectamente hermoso en sus manos, verdaderamente original?" Yo sé que si.



Piensa hoy en ser original y no una copia.

viernes, 18 de noviembre de 2011

“Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:2)

Viajaba por la carretera 5 Sur en Chile, hacia la ciudad de Chillán. Paré en un servicentro a cargar bencina y a comer algo (no había almorzado). De pronto una gran camioneta blanca se detuvo junto al dispensador. El dueño de la camioneta (se noto inmediatamente que él era el propietario) se bajo, no para cargar bencina, sino para ver un rasmillón negro en su auto blanco, en la parte trasera de su vehículo. La camioneta era nueva, 0 kilometro, nuevecita de paquete, sin embargo, esa pequeña mancha cambiaba todas las cosas.

Tú y yo hemos sido lavados en la Sangre del Cordero, dándonos una nueva vestidura, blanca y resplandeciente. Hemos sido limpiados de toda contaminación y pecado en nuestras vidas por medio del sacrificio de Jesús en la cruz del calvario.

A través de Cristo somos nuevos, 0 kilómetros, nuevecitos de paquete. Eso es lo que hace Dios con nosotros, nos transforma, nos limpia de todo pecado, nos libra de toda condenación.

Pero, ¿has caído? ¿Tienes hoy en tu vida un pequeño rasmillón en las vestiduras blancas y resplandecientes que te ha regalado el Cordero de Dios? ¡Ya no eres el mismo de antes!

O más. ¿Será que tu vida está destrozada por el pecado? No es solo una pequeña mancha, sino que el mal a CHOCADO VIOLENTAMENTE EN TU VIDA, HACIENDOTE AÑICOS Y DEJANDOTE SIN ESPERANZAS.

El verso de hoy es una promesa para ti: “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:2)

Jesús es suficiente para limpiar esa pequeña mancha o cambiar esa vida destrozada que tienes por causa del pecado.

El pecado, siempre, siempre hace daño. Puedes justificarlo de mil formas, pero siempre habrá consecuencias tristes para ti y para los que te rodean.

Hoy vé a Dios, hay esperanzas. Pide perdón por tus faltas y confía que Él puede transformar hasta la vida más destrozada y degradante que pueda existir. Jesús es suficiente para perdonar todo pecado en ti, ¿lo crees? Yo sí! ;)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

"No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4)

El fin de semana me invitaron a un retiro espiritual. No era un retiro espiritual cualquiera. Fue de un 4º medio (último curso de la secundaria), que en vez de organizar alguna fiesta, carrete o salida (como lo hacen todos los 4º medios, incluyendo los de colegios cristianos y también jóvenes cristianos), tomaron las cosas como nadie las hace y organizaron un retiro espiritual como finalización de todas sus actividades. ¡Realmente sorprendente!

En la tarde del sábado para la cena sirvieron unos completos (hot dog). Me senté para compartir con un grupo de ellos. En la mesa un joven bastante particular. Deje uno de los dos completos (no me gusta mucho comer pan) y este joven no quitaba su vista de él. No se aguanto y me lo pidió. Sin embargo, después de eso, no quedo tranquilo. Viendo a sus compañeros de las demás mesas, pedía a sus compañeros más comida. Después de un buen rato, sus compañeros (que lo conocían muy bien), se acercaron solos para darle más.

Al siguiente día, coincidentemente me senté otra vez con él. El desayuno fue otro momento más de comer y comer. Después de activar su radar alimenticio, justo después de terminar su porción matutina,  comió todos los desayunos que sobraron de sus compañeros y al final terminó comiendo hasta las migas de su propio plato.

Este joven me enseño una lección muy importante para mi vida: ¡Si solo tuviese un poco del hambre insaciable que tenía este chico con la comida, pero con relación a Dios!

Esa necesidad de Dios en nuestros corazones, debe ser aún más fuerte que la necesidad de comer, beber o respirar.

Tienes hambre de Dios? Tienes verdadera hambre de Dios?

Que Él nos dé siquiera un poco ese radar alimenticio insaciable de este joven. Solo un poco de esa necesidad de Dios profunda en nuestros corazones permitirá que nuestra vida cristiana sea real, significativa y hermosa.

Quieres tener una vida cristiana así? Ten hambre de Dios.

lunes, 14 de noviembre de 2011

"...porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará" (Deuteronomio 31:6)

Pincha aquí para oír la canción original en Portugués

"Nunca estarás en soledad"
Arautos do Rei






Yo sé que Dios está, en su trono de esplendor y de poder,
Y desde allí gobierna, su creación.
y cuando yo le busco, siento que su gloria puedo ver.
Dios nunca cambia, es eterno.
Y a aquí en este lugar, Dios se va a revelar,
por eso escucha.

Coro:
Nunca estarás, en soledad, Dios jamás te dejará.
Él te puede ver, no se esconde cuando has de llorar.
Oye la oración que nace de la fe y viene junto a ti con su poder.
El Dios que yo conozco puede ver, y tu vida transformar.

Ahora escucha bien, tienes todo pero estás en soledad.
Con miedo de que un día te falte el amor.
y si no tienes más salida, la vida no la puedes soportar.
Dios es la solución, ven ahora.
Dios oye la oración, todas tus angustias va a llevar.

Coda:
Ven a mi, cansados y oprimidos dice así,
pues descanso en mi encontrarás.
Ves que el sacrificio lo llevo hasta una cruz.
TU NUNCA ESTARÁS EN SOLEDAD.

viernes, 11 de noviembre de 2011

“Puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe…" (Hebreos 12:2)

El otro día iba de copiloto (muy pocas veces me pasa) preocupado de la radio, del celular, viendo el paisaje, los detalles, los letreros, peatones,  luces, autos y tantas cosas más que no puedo ver cuando conduzco. De pronto al mi lado, se detuvo un auto con un gran letrero que decía “en práctica”. El hombre que conducía, era “uno con el volante”. Estaba aferrado tanto al manubrio, que pienso que nadie lo podría separar.  Le mire todo el rato. Lo analice. Sus ojos puestos adelante, sus facciones que decían que no existía otra cosa en el mundo que él y su camino. Su actitud era total con relación a su objetivo.

Yo sé que Dios es lo principal en nuestras vidas, sin embargo, cuan pronto ese objetivo se pierde con lindos letreros en el camino, con llamadas del celular, con autos que se atraviesan, con peatones que no respetan las señalizaciones del tránsito y tantas cosas más que hacen que nuestro objetivo, peligrosamente ya no sea conducir, sino que distraernos como sentados en el asiento del copiloto.

En el auto de tu vida, estás en el volante o conduciendo como en el asiento equivocado? Estás concentrado en el objetivo más grande de la vida, que es Jesús, o en las cosas de este mundo que te alejan de Dios?

Que nadie, ni nadie saque tus ojos de Jesucristo. Siempre existirán cosas y personas que van a querer sacar  tu fe puesta en Jesús, te pasa? A mi sí. Sin embargo, Dios me llama, y a ti, a jamás sacar la mirada de Jesús, el verdadero camino que te lleva a la vida eterna. Quieres distraerte? Pienso que no vale la pena ;)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora". (Eclesiastés 3:1)

En esta semana estoy realizando una semana de oración para el colegio. Para los más chiquititos, se nos ocurrió la idea, junto a un amigo, de hacer una máquina del tiempo que trajera a los personajes bíblicos del pasado. Lo bonito fue que hace como 10 años ya lo habíamos hecho en la universidad, ahora solo lo repetimos.

Hemos trabajado mucho (se requiere bastante tiempo y dedicación para hacer algo así), pero ha valido la pena.

La idea original tenía unas ampolletas de colores que se prendían y apagaban en el momento cuando entrabamos a la maquina. Sin embargo, esta vez, mi amigo que compro los materiales, no encontró ampolletas de colores, así que, tuvimos que pintarlas con témpera. No quedo nada bonito, pero era lo único que teníamos.

Sin embargo, de pronto vino un pensamiento muy vago a mi mente con relación a unas ampolletas. Cuando llegue a casa ese día, revisando algunas cosas, ENCONTRE LAS APOLLETAS DE COLORES DE HACE DIEZ AÑOS. Lo mejor, estaban buenas y en condiciones para ser ocupadas a pesar de los muchos cambios de casa que he tenido, realmente muchos.

Eso me hizo pensar en que Dios tiene un propósito para cada una de nuestras vidas, y eso conlleva etapas y tiempos señalados.

Podemos estar pasando por un tiempo de mucha incertidumbre, duda y desconfianza. Puede ser que no sepas que hacer con algún aspecto de tu vida, pero como sea, Dios va a cumplir su propósito contigo a su tiempo.

Pueden pasar 10 años de olvido. De no saber que pasa, de no comprender bien las cosas, de ver que no se cumplen tus sueños; pero Dios que tiene todo en su manos, sabe, sí, sabe y tú puedes confiar plenamente en su amor para contigo.

A su tiempo hará lo que tenga que hacer (sacara las ampolletitas de colores guardadas), y ese tiempo será el mejor para ti, no lo dudes, ya?

martes, 8 de noviembre de 2011

“…y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26)

El Sol hace daño, hace mucho daño. Por eso ocupar unas buenas gafas siempre es saludable.

Un amigo estaba con unos lentes de sol o gafas ayer, para protegerse. Sin embargo,  luego  que se fue las dejo  en la oficina. No me había dado cuenta, pero algo me llamo la atención en ellas: Esas gafas no eras gafas cualesquiera, eras gafas “Ray-Ban”.

Ray-Ban es una compañía manufacturera fabricante de gafas de Sol, fundada nada más ni nada menos que en 1937. Es considerada como la primera fabricante moderna de gafas de sol y es responsable de la creación de dos de las gafas de sol más imitadas del mundo: Ray-Ban Aviator y ray-Ban Wayfarer.

Cuando vi el nombre, llamo poderosamente mi atención, se veían realmente geniales, y me acerque para tomarlas. Sin embargo, cuando vi en detalle, me decepcione. Los lentes de sol no eran “Ray-Ban”,  eran “Riy-Don”. ¡Riy-Don! ¡Riy-Don! … Que fiasco!!! De lejos parecían originales, pero de cerca eran falsos.

Es lo mismo con algunos cristianos. De lejos se ven tan buenos hijos de Dios, pero cuando te acercas  un poco a ellos, se ve su verdadera realidad, son  cristianos “Riy-Don”. Cristianos de apariencia, por fuera solamente, falsos, de nombre, pero jamás transformados.

Dios nos llama a ser cristianos auténticos, no solo de nombre.

Él quiere darte su marca original, transformarte para ser un verdadero hijo de Dios.

Hoy Jesús quiere tu corazón para convertirlo verdaderamente hacia Él, y así hacerte un verdadero cristiano.

Quieres un corazón “Ray-Ban”?

domingo, 6 de noviembre de 2011

"Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno..." (Juan 8:11).

Hay algo que nos acompaña desde bastante pequeños: Es la culpa. Lo peor es que a la vez que crecemos se va haciendo cada vez más grande y pesada, igual que la "guata".


La "guata" (el estomago) en los hombre crece en forma de manzana. En las mujeres crece en forma de pera. Te has dado cuenta de ello?
A través de los años va creciendo el volumen de nuestro estomago, pero eso no es nada, lo peor, es la culpa que nos acarrea esto y diría, muchas cosas más significantes en nuestras vidas.


El sentido de culpa es un sentimiento muy grande en el corazón humano. Paraliza toda la vida. En cada actividad que realizamos nos acompaña. 


Todos tenemos sentimientos de culpa, por una u otra cosa. Algunas personas lo tienen mas desarrollado. Por su formación, su crianza o simplemente algo que marco sus vidas.


Esto destruye las vidas, haciendolas tristes, miserables y sin mucho sentido. La culpa destruye el corazón. Hace una tarea muy silenciosa que va apagando la vida poco a poco.


A veces la culpa es buena, cuando es por nuestros propios pecados, pero solo en algún sentido. Es buena, porque nos acerca a Dios, y Dios QUIERE ELIMINARLA!!! Pero en si misma, es muy destructiva.


Sabes, como la culpa hace tanto daño, Dios quiere arrancarla de raíz de tu corazón.


La culpa te a acercado a Dios, bien! Ahora debes aceptar que Dios es poderoso y suficiente, para sacarla de ti y hacer un hombre, una mujer nueva en Jesús.


Eso si, no vayas a confundir las cosas. No es tarea de Dios sacar tu "guata" de manzana o de pera. Esa es "pega" (trabajo) tuya. Dios tiene algo mucho mas trascendente que hacer contigo.


Hoy Jesús no te condena. Entiendes esto? Quita tu culpa para que vuelva esa paz tan esquiva a tu corazoncito que Él ama tanto.


Jesús es suficiente hoy para quitar toda tu culpa de raíz, lo crees así? Acéptalo!!!

sábado, 5 de noviembre de 2011

"Si el Señor es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él" (1ª de Reyes 18:21).

Vi un "flaite". Pero no era cualquier flaite, este era un "flaite de campo".

En Chile, la palabra flaite se refiere a jóvenes de ciudad que viven en poblaciones de bajos ingresos. Se juntan en las esquinas de las calles. Visten camisetas súper anchas, pantalones caídos, chaquetas de mezclilla bordadas o estampadas y zapatillas muy llamativas, dentro de muchas otras características.

Pero como el flaite que vi, era de campo, realmente era una combinación bastante rara.

Los flaites son de ciudad, allí se ven, no en medio del campo!!! Esa simbiosis es la más ridícula y sin sentido que he visto. 

Si tu quieres ser flaite o cualquier otra cosa, hazlo. Pero por favor, no mezcles las cosas en tu vida.

Si eres cristiano, sé cristiano y no otra cosa. No convines tu cristianismo con el mundo, no son mezclables. Es ridículo, risorio y sin sentido.

Cuando eres cristiano, pero haces las cosas del mundo, tu vida se transformarla en miserable. Porque no perteneces ni aquí ni allá. No encajas en ningún lado.

Los otros cristianos te critican y el mundo te ve como un bicho raro, una especie de "flaite-campesino", individuo en extinción y sin futuro.

Define tu vida. Si eres cristiano vive una vida cristiana. Si no te acomoda, vete al mundo y trata de disfrutar la vida. Pero por favor, no seas "flaite-campesino" en tu vida cristiana, que el único amargado vas a ser tu. 

Dios te invita hoy a que decidas por Él. En Dios está la plenitud de la vida.

"Si el Señor es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él".

jueves, 3 de noviembre de 2011

“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)

Donde vivo y trabajo ahora, es un sector de campo. En este tiempo (primavera, que parece verano), hay una polvadera que te la doy de regalo navideño. Es terrible!!!

Mi auto blanco, comprenderán que ya no está tan blanco. Parece un verdadero "empolvado" (pastelito dulce de mi país).

Lo lavo una vez y otra, sin embargo, es como la mala yerba, una y otra vez aparece mágicamente.

Conduciendo hace un par de dias en una carretera, vi el auto de mis sueños, en realidad es un Jepp. Baje mi velocidad solo con el fin de mirarlo. Cada detalle, cada forma. Así anduve como por tres cuadras. Estaba precioso, realmente bello. Me imaginaba conduciendolo en medio de la montaña, aplicando en todo su esplendor la tracción de sus cuatro ruedas. Era genial.

Sin embargo, después analizando ese momento, me di cuenta de algo. El Jepp de mis sueños estaba igual o más sucio que mi auto, pero simplemente no me di cuenta.

Me pregunte después, por qué?

El versículo de hoy dice que en todos existe pecado. El capítulo añade que ni siquiera existe una persona justa. Todos estamos sucios, igual que mi auto, igual que el Jepp de mis sueños.

Sin embargo, Jesús nos ve como yo vi al Jepp de mis sueños. Es cierto, igual estamos sucios por nuestros pecados, pero su amor hace que Él nos vea con otros ojos. Ojos que ven lo lindo que tenemos, ojos que ven el potencial de nuestras vidas, ojos que ven lo que podemos llegar a ser, ojos que ensalzan esas cualidades bellas que tienes tu, que quizá nadie ve, ni siquiera tu mismo.

Dios nos llama a entregarle nuestro corazón (nuestro volante) a Él, para que maneje nuestra vida, para que controle cada paso que damos, para darnos seguridad en cada aspecto de nuestras vidas. Aunque andemos en el camino más escabroso, Dios es capaz de controlar nuestra vida, ocupa muy bien los cambios para que podamos avanzar.

Si estas sucio por causa del pecado, Dios quiere controlar tu vida. Él te ve como el Jepp de mis sueños. Eres la razón de su amor, propósito y existencia, lo crees?

Tu eres el Jepp de los sueños de Dios ;)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

"Olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a adelante, prosigo a la meta..." (Filipenses 4:7)

Me encuentro sentado en una de las bancas del campus de la Universidad Adventista de Chile. El estar aquí me trae muchos recuerdos. Creo que ninguno de ellos malo, o al menos en este instante no los recuerdo.

Bueno, hay gente que realmente le cuesta dejar las cosas atrás, las malas y las buenas también. Viven del pasado.

Vivir del pasado no es muy saludable, hace daño al corazón, porque afecta el presente y por ende también el futuro.

Hay muchos que viven colgados de sus recuerdos, como un murciélago se cuelga al revés para poder dormir.

No me equivoco al pensar que vivir del pasado daña, y daña profundamente.

Recordar hace bien, pero vivir de ello es simplemente una locura existencial. Porque no deja que nos desarrollemos en plenitud con las cosas que nos ocurren hoy y proyectarnos así desde el hoy hacia el mañana, no del ayer (entendiste el trabalenguas?).

Te explico: Te ocurrió algo lindo en este día? A mi si. Sin embargo, si me aferro a mi pasado aquí en la universidad, por mas lindo o trágico que sea ese pasado,  me será imposible disfrutar de lo que Dios me regala hoy y aún menos de lo que tiene preparado para mi mañana.

Abre tus ojos y deja de ver hacia atrás. Tienes un sinnúmero de cosas bellas que Dios te ofrece en este instante, a lo mejor esta meditación es una de ellas.

Olvida tu pasado y vive tu presente con Dios. Quieres? Solo así llegaras a la meta!!!

martes, 1 de noviembre de 2011

"...porque separados de mí nada podéis hacer" (juan 15:5b)

Ayer fui al Mall para compartir un buen momento con mi madre. Paso algo muy simpático. Cuando estábamos entrando a una tienda vi dos cosas que llamaron mi atención. Una fue el hecho de que el 31 de Octubre ya estaban puestos los arboles de Navidad en plena entrada. Bueno, eso no me sorprendió tanto, porque ya lo había dicho el sábado pasado (ver mi blog del sábado 29) 


http://meditacionesbiblia.blogspot.com/2011_10_29_archive.html


Pero hubo otra cosa que me llamo poderosamente mi atención. Era un matrimonio. Estaban saliendo de la tienda, muy felices. En sus manos, cada uno, con sendos helados (barquillos) con pisos hacia arriba , que apenas permanecían en su lugar. Sin embargo, la pareja tenia otra peculiaridad, eran obesos.


No tengo absolutamente nada con la obesidad. La gente con sobre peso, por alguna razón (que en realidad tu yo yo sabemos muy bien), son el tipo de personas más simpáticas. No se preocupan de lo externo, verdaderamente lo interno es lo que más cultivan, y los hacen por ello, unas personas sencillamente agradables, no estereotipadas.


Pero volviendo a lo de los helados, me dio risa el hecho. Porque donde venden los helados allí, preguntan con tanta simpatía: "Con azúcar o natural?" "Helado dietético o natural?". ¡LOS HELADOS SON HELADOS Y TE ENGORDAN, SÍ O SÍ!


Es como cuando estás celebrando algún cumpleaños y comes torta y un montón de otras cosas, pero pides que te den bebida diet. O cuando comes sendas comidas en la mesa, pero el té o el café lo pides con sacarina o sucralosa. Como diría mi abuelo "Comiste como sabañón", pero para tranquilizar tu conciencia por todo lo comido, pides algo diet. Que ridículo , no?


Muchas veces lo hacemos así también en nuestra vida espiritual. Estamos "obesos" por causa de nuestros pecados, pero hacemos algún tipo de rito que tranquilice nuestras pesadas conciencias.


Esos  helados dietéticos, esa bebida diet, ese te o café con sucralosa o sacarina, puede ser una pequeña oración en la noche antes de dormir, dar una limosna a un pobre, el ir a la iglesia el fin de semana (¡1 hora de 168 que tienes en la semana!!!), o no sé que cosa más que refleja el simple hecho de que Dios para ti es una acto, un detalle de conciencia que necesitas tranquilizar en tu mente.


En el versículo de hoy, Jesús dice enfáticamente: "Sin mí, NADA (y lo recalco y lo reitero: NADA) podéis hacer".


Jesucristo no puede ser en tu vida algún rito o una simple acción cotidiana. Que no sea "algo" de ti en tu vida, sino que JESÚS SEA TU VIDA.


Jesús ES TODO. Lo es para ti?