lunes, 12 de diciembre de 2011

Noticia: "Dios ve la final de la Copa Sudamericana"

“Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares” (Salmo 139:3).

Incertidumbre, incertidumbre es la palabra que vino a mi mente y se apodero de mi corazón cuando prendí la televisión para ver la primera parte de la final de la Copa Sudamericana entre la Universidad de Chile y Liga de Quito. No precisamente por mi equipo, que está jugando como los dioses, sino por mi TV. Es que mi televisión está conectada a una antena aérea que tengo que colocarla y moverla de mil maneras para que se logre definir algo. Pero en su mayor esplendor, se ve lleno de puntitos que en un partido de futbol, se confunde horriblemente con el balón. Ver ese partido en mi TV fue un verdadero suplicio, no sabía cuando la pelota iba o cuando venia. Y lo peor, no vi bien el GOL de la Universidad de Chile. Fue espantoso.

A veces nuestra vida está como mi televisor. No se distinguen con claridad las cosas. Tratamos de acomodarlas, de hacer una y mil cosas para arreglar siquiera un poco nuestra vida, para controlarla,  sin embargo, aún se confunden los puntitos con el balón, aún la incertidumbre prevalece en el corazón con toda fuerza.

¿Estás por afrontar algo importante en tu vida? ¿Sientes que no estás preparado(a)? ¿Se ve  tu futuro borroso e incierto?

Si estás pasando por alguna etapa de tu vida que te trae incertidumbre, te quiero decir que hay solución. Como un televisor se puede conectar a una antena aérea, te cuento que también se puede conectar a una antena satelital, y con una antena así, te aseguro que ves el GOL en todo su esplendor y hasta puedes con un buen decodificador, rebobinarlo y volverlo a ver cuántas veces quieras.

Dios es esa antena satelital que tu vida tanto necesita. Ya deja de ver borroso tu futuro, TU VIDA ESTÁ EN LAS MANOS DE DIOS, tu futuro Dios ya lo conoce, y si lo conoce, sabrás que tiene el control y la mejor definición para que tu puedas disfrutar en toda su plenitud del mejor partido que Dios tiene: Tu vida.

Tu eres la final de la Copa Sudamericana, que te aseguro, Dios no dejará de ver en todo su detalle. ¿Crees esto? Dios te conoce, toda tu vida es familiar para Él. No sufras más.